Al llegar el verano lo relacionamos con la llegada de altas temperaturas y estas que pueden provocar a los trabajadores golpes de calor, que es cuando la temperatura corporal aumenta rápidamente y el cuerpo no tiene la capacidad de enfriarse por sí mismo, en caso de no detectarse a tiempo, puede generar daños en órganos vitales, algunos de sus síntomas son:

  • Temperatura corporal elevada.
  • Deshidratación.
  • Dolor de cabeza.
  • Mareos.
  • Náuseas y vómitos.
  • Piel roja y ardiente.
  • Pulso muy rápido.
  • Calambres.
  • Convulsiones.
  • Desorientación.
  • Agotamiento
  • Perdida del conocimiento.

A continuación, se dan recomendaciones para evitar un golpe de calor:

  • Beber abundante agua.
  • No beber alcohol.
  • Evitar exponerse al sol directo, instalar mallas o techos si es posible.
  • Generar instancias de descanso en un lugar con sombra.
  • Utilizar gorros y legionarios.
  • Utilizar poleras manga larga y pantalones largos.
  • Organizar el trabajo que requieran mayor esfuerzo físico en momentos de menos calor.

Con estas medidas podemos salvar la vida de los trabajadores, ya que un golpe de calor puede afectar con mayor intensidad a personas con problemas cardiacos, hipertensión, entre otras enfermedades crónicas. Es importante destacar que, tener una sospecha de que algún trabajador padece un golpe de calor, contactar a la ambulancia para que sea asistido y evaluado.

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Rita Nataly Irribarra Muñoz

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